Busca Ser Maldito I

Y entonces se rindió el poeta, tendido en el suelo, a los pies del delirio, sin saber qué escribir.

- Déjame luna, aunque sea más tarde que la madrugada y no haya escrito jamás ninguna novela, que narre mis últimas horas, minutos y segundos de mi vida…

El poeta se levanta de golpe y parte a sentir lo que le deja de sí la vida, que nunca ha sido más que la nada, para poder dejar huellas que seguir.

PARTE I

Busca ser maldito el poeta disfrazado de bufón,

Porque el que le entiende, no le comprende,

Porque el que se ríe de él, no siente lástima de él,

Porque las lágrimas de un poeta son más amargas que las de un bufón.

Busca ser maldito, el poeta disfrazado de bufón. La noche se estremeció cuando el cantante se quedó sin voz en su última actuación. Su repertorio se había acabado.

Cuenta impasible los días que le roba el olvido, sabe que hasta la idea de la verdad es farsa, la misma mentira que ha sido su vida. Esta noche no le quedan historias que contar, el desencanto le ha dejado afónico y no queda agua en los floreros. Sus palabras se reducen a líneas sin sentido en su máquina de escribir, incomprensibles, incomprendido, conforme con el conformismo. Sigue la misma receta que las estrellas pero él no puede brillar en la oscuridad. Lo siente él y lo sabe la luna, que nunca calla una vez despierta. Gemidos de angustia y aullidos de dolor al saber que siempre ha compuesto canciones tristes. Un siniestro silencio se apodera de la situación. Redención y salvación viajan cogidas de la mano, flotan perdidas en el cielo.

Saca las balas del espejo porque no puede pasarse toda la vida disparándose contra sí mismo. Saca las manos de sus bolsillos porque no puede caminar sin caerse, porque no puede pasarse la vida esperando que alguien se compadezca de él. No llores, cantante, cuando vagues arrastrado por la corriente. Rema en la nieve y alza las velas aunque no haya viento a favor.