miércoles, 4 de enero de 2012

Músicos de Carretera: Leonard Cohen



La poesía viene de un lugar que nadie controla, que nadie conquista” Improvisó Leonard Cohen durante su discurso después de recibir el Premio Príncipe de Asturias de las Letras “Si supiera de donde vienen las canciones las haría con más frecuencia.” La concesión del galardón al judío canadiense reconoce la relevancia y la contribución a la cultura universal en el campo de la literatura del obrero de las canciones que, además de sus delirantes novelas de aprendizaje como El Juego Favorito y Hermosos perdedores, ha consagrado su oficio de cantautor del rock gracias a su elaborado trabajo y sus pequeñas creaciones que han ayudado a elevar y convertir la canción en género literario.

Leonard Cohen nació en 1934 en el seno de una familia de sastres judíos de la alta burguesía de Montreal, emigrada desde Europa a finales del siglo XIX. Fue educado en la más estricta tradición de la ley musaica y descubrió su alma gitana al leer unos versos de Federico García Lorca, quien lo introdujo al mundo de la poesía. Con la aparición de su primer poemario, Cohen se convirtió en un héroe cultural en los círculos literarios de Canadá y Estados Unidos. En los años sesenta cambió su pluma por la guitarra, acompañada por su áspera y grave voz. Gracias a canciones como Suzzane o Famous Blue Raincoat, fue aclamado como el gran poeta del rock. Feroz defensor del individuo frente a la sociedad, escribió su particular canto a la desobediencia y exploró su faceta de empedernido seductor. En la década de los noventa se retiró en un monasterio budista, pero tras ser víctima de una estafa multimillonaria por parte de su mánager, reapareció en 2008 en un una gira triunfal.

Puede que hace tiempo, cuando decidió internarse en un monasterio budista y entregarse durante años al silencio y a la meditación, en algún lugar encontrase nuevas preguntas, cerciorándose de que las respuestas convencionales ya no le resultaban suficientes. Recuperó entonces la memoria de su familia y pudo volver a mirar con nuevos ojos lo que alguna vez rechazó sin mayores fundamentos. Regresó la figura poderosa de su padre perdido, el sonido de sus plegarias en el templo, la adolescencia explosiva, los caminos de la filosofía, la literatura y el ácido sabor de algunas sustancias. Encerró en secretas cajas de música el amor prohibido hacia la mujer de su mejor amigo, la noche en el Chelsea Hotel con Janis Joplin, el silbido de los trenes, los valses que nunca llegó a bailar y las despedidas que fueron impedidas por la urgencia de la huída. La llave que las protege está escondida en su bolsillo para poder abrir la puerta que solo él conoce.

Si queremos expresar la derrota que nos ataca a todos, debemos hacerlo en los confines estrictos de la dignidad y de la belleza. Nos negamos a darnos por vencidos y a llamar poesía a la oscuridad.

http://www.youtube.com/watch?v=TLe0p0rZDr0

viernes, 14 de octubre de 2011

Pequeño ensayo sobre la nostalgia y el mar


Es un dolor extraño. Morir de nostalgia por algo que no vivirás nunca.

Seda. Alessandro Baricco.

Resulta inevitable concebir una ciudad rodeada por un océano y no acabar sintiéndose inmerso en un mar de nostalgia. Dicen que quizás sea debido a esa sensación de aislamiento que sufrimos cuando las fronteras son de agua, de lejanía cuando el azul es infinito o de soledad cuando no conocemos el misterio que ocultan las profundidades del mar. Puede que sean otras razones por lo que las ideas de lo marítimo y lo melancólico se encuentren tan asociadas, pero bien es cierto que para mirar al horizonte desde el muelle de un puerto es necesario afrontar las consecuencias del pasado.

Existen muchas formas de nostalgia. Está la que sangra viejas heridas al soñar con aquello que se tenía, el perfume que te hizo recordar y el abandono que se intenta pero no se puede olvidar. El intento fallido de regresión, lo que deseaste cambiar aquella noche y la añoranza de lo que nunca sucederá en el futuro. Viajar en el tiempo a través de una canción, de antiguas fotos o de una difusión de vivencias. Aferrarse a tiempos pasados que creímos mejores, anhelar tierras que dejamos atrás y amores perdidos que ya no podremos recuperar. Echar de menos lo que ya no somos, la memoria cariñosa de la niñez y aquel juego que te regalaron por navidad. La melancolía marítima, lamorriña gallega y la saudade portuguesa.

Dejando a un lado el frágil concepto de nostalgia, podemos encontrar dos ejemplos de su forma de expresión musical, dos géneros de canción que tienen un mismo origen marítimo pero que nacieron en distintos puertos: el Fado portugués y el Tango argentino. El Fado lisboeta puede ser considerado como la máxima expresión de la saudade, definida como el bem que se padeçe y mal que se gosta, el alma lusitana de una nación que se mira atrás como el imperio que fue y dejó de ser. Esta idea de la búsqueda de la gran lusitania se puede ver reflejada en la obra más importante de la lengua portuguesa, Os Lusiadas de Camões. Asigna al pueblo descendiente del luso una singularidad de pueblo elegido, al referirse a ellos como una nación destinada a la gloria, basada en su eterno recordar de la patria, en contraposición con los pueblos que se olvidan de ella. La aventura marítima portuguesa cobraría fuerza en el siglo XVI, mientras el país atravesaba una época de crisis y decadencia y comenzaba a desarrollarse toda una tradición de canções marinheiras, fatídicas y nostálgicas sobre la tierra que se deja y no se sabe cuando se regresará.


Cais do Sodré, Lisboa, Portugal. 2011.

Por otra parte, el origen del Tango se sitúa en los sectores marginales de la sociedad rioplatense, principalmente prostíbulos y cafetines orilleros, durante la enorme ola inmigratoria que alcanzó a Argentina a finales del siglo XIX. El tango, nacido de la convergencia cultural entre emigrantes europeos, descendientes de esclavos africanos y de los nativos porteños, refleja en sus letras las penurias y amarguras de los inmigrantes trabajadores y desarraigados que llegaban a un continente desconocido en busca de una nueva vida. Una narración de cómo sus esperanzas se fueron viendo frustradas, y de las posibles causas de sus fracasos. Estos contenidos, son proclamados además sin ninguna concesión a las misificaciones o falsos consuelos.

Ambos géneros presentan muchas similtudes en cuanto al orígen y a la temática de las canciones aunque con alguna que otra diferencia. Mientras la saudade portuguesa añora las personas que tuvieron que emigrar hacia un nuevo mundo y lo que en su día llego a ser la nación lusitana, la nostalgia argentina echa de menos todo lo que dejaron atrás los inmigrantes y la ilusión perdida por lo que pudo llegar a convertirse un país a través de mitos y leyendas que jamás llegaron a suceder.

Puerto de Montevideo, Urugay. 2010.

Pero lo realmente importante acerca de la nostalgia es la necesidad de su presencia, su combate eterno contra el olvido y el poder melancólico en el que nos vemos envueltos cuando nos encontramos en ciudades como Lisboa, Montevideo, Buenos Aires o Valparaíso. Bien es cierto que los humanos tenemos una disposición ocular para mirar hacia delante pero echar la vista atrás, recordar la chica de ayer con los parabrisas empañados, te puede hacer sentir más vivo que aquel que quiere olvidar eternamente y que se verá más de cerca la muerte. La nostalgia es una prueba real de nuestra existencia porque, al final, la mente es el único medio de transporte capaz de viajar hacia el pasado.

Nostalgia. Una emoción delicada pero fuerte. Teddy me dijo que en griego nostalgia significa literalmente el dolor de una vieja herida; es una punzada en el corazón, mucho más poderosa que la simple memoria.

Donald Draper. Mad Men.

lunes, 12 de septiembre de 2011

Memorias XV

No quiero perderme nada. Deseo jugar con la locura y experimentar con el amor. Sacar de paseo la lujuria y convivir con el dolor. Dejarme mojar por la lluvia de verano y recaer en invierno. Perderme a la deriva y morir en el intento. Vivir deprisa para morir despacio. Romper con todo y empezar de nuevo.

Quiero soñar con fuego en mis ojos y tocar lo imposible. Correr eternamente. Luego reposar. Dejarme atropellar por un carrusel de colores. Despedazar lo más frágil y coser las piezas de nuevo. Volar por los rincones oscuros. Brillar aún más la claridad. Contentar a los iracundos y sacar de quicio a los impasibles. Trepar por muros invisibles y acabar hundido en un pozo sin fondo. Rellenar los huecos que dejaste. Vaciar todo lo que conseguiste.

Seguir el camino que marcaban sus huellas. Conocer la rueda que hace girar el mundo. Disfrutar de mi último segundo en la tierra. Explotar las sendas que manchan el universo. Exprimir las palabras para formar nuevos versos. Cambiar el sentido que perdió el viento y perseguir el arrepentimiento. Vivir a matar. Matar para sobrevivir.

Despertarme temblando de nostalgia y olvidar los malos momentos. Contaminar las ideas más puras y revolucionar los tiempos de sosiego. Sangrar petróleo en los campos y plantar rosas de alquitrán. Detonar la bomba que salvará a la humanidad. Aliviar las penas que sufren los mártires al pecar. Revisar los papeles que perdieron los sabios. Escribir la lista de mis deberes.

jueves, 11 de agosto de 2011

Propuesta de un plan de rescate para los países de Europa del Sur

Es un panorama feo. Pero es importante entender la naturaleza del fatal fallo de Europa. Sí, algunos Gobiernos han sido irresponsables; pero el problema básico ha sido el orgullo desmedido, la arrogante idea de que Europa podía hacer que funcionara una moneda única a pesar de los fuertes motivos que había para creer que no estaba preparada.

Paul Krugman. Profesor de Economía en la Universidad de Princeton (EEUU) y premio Nobel de Economía 2008.

La crisis financiera mundial expandida ya en toda Europa, ha acabado cebándose curiosamente con los países situados en la región del sur (salvo Irlanda) que han ido derrumbándose uno a uno como fichas de dominó. Los teóricos que buscan explicaciones a la crisis euromediterránea, dicen encontrarlas en la burbuja inmobiliaria, en la economía sumergida, en la malversación de fondos o en la corrupción política. Hay otros quienes la atribuyen a una cuestión climatológica: Como en España hace buen tiempo, hay más fuentes de distracción, más pérdida de tiempo y, por lo tanto, menor producción. Pero si le damos la vuelta a la tortilla y dejamos atrás las hipótesis, podríamos no considerar las altas temperaturas como una posible causa, sino como una posible solución.

En estos últimos tiempos, se ha demostrado que el pack de soluciones propuesto por la UE (rescate económico + plan de recortes) no funciona y, en el caso de Grecia, la eurozona se ha visto obligada a conceder un segundo rescate para impedir el contagio a otros países de la periferia europea, tapando con lodo los agujeros de un sistema que se hunde. Cubrir las deudas de un país insolvente con más créditos es sinónimo de alargar la mecha o retrasar el incendio, pero no de apagarlo. Otros expertos han considerado soluciones más atrevidas como la de imitar a la Argentina del 2001: declarar default, devaluar la moneda y reprogramar la deuda. Pero Grecia no es un país aislado, pertenece a la UE, está vinculada al euro, la mayor parte de los bonos de deuda están en manos de bancos alemanes y el abandono de la unión económica por parte de los griegos supondría hacer saltar por los aires la economía europea. Como advirtieron muchos economistas en el pasado, Europa no estaba preparada para una moneda única. Europa no cuenta con un mecanismo lo suficientemente fuerte como para redistribuir recursos de forma efectiva entre países y cuenta con una movilidad laboral limitada. Una unión monetaria en esas circunstancias, sin mayor integración fiscal y política, no puede funcionar. La crisis fiscal de Grecia ha puesto en evidencia las debilidades de la unión monetaria y ha expuesto cuales son los límites de la Unión Europea.

Sin una unanimidad, flexibilidad e igualdad política dentro de la UE se ha producido un distanciamiento y desequilibrio entre los países del sur y del norte, y ha entreabierto una brecha que parece separarse cada vez más. Puede que debido a nuestras diferentes culturas económicas y sociales, ha surgido un enfrentamiento entre dos maneras de pensar y vivir distintas en una misma unión que ha sido objeto de muchos debates. Mientras Angela Merkel se enemista con el sur europeo por sus polémicas declaraciones sobre la regulación de las jornadas laborales, aquí nacen las malas lenguas que especulan sobre un supuesto plan de conquista alemán para adueñarse de Europa y de conspiración en el caso del pepinazo. Por otra parte, hay quienes se toman a broma nuestro modo de vida (como algunos suecos que parodian la baja productividad española) y otros, en cambio, que defienden y proclaman nuestro apacible ritmo de trabajo, hasta el punto de que algunos sindicatos alemanes exigen su derecho a siesta. Dejando a un lado las controversias, lo cierto es que los países económicamente fuertes se han hecho más fuertes y los débiles, más débiles. Esta desigualdad se refleja en la equiparación de los salarios (Tabla 1) y se ejemplifica en el caso de Portugal. Las becas predoctorales subvencionadas por el Estado portugués son de un valor doble si el doctorado se realiza en el extranjero, presuponiendo que la vida está el doble de cara fuera del país. O lo que es lo mismo, Portugal es el doble de barato para los turistas extranjeros que vienen a buscar calor en sus playas.

Salario medio (€/año)

Salario mínimo (€/mes)

Noruega

45.485

1250

Alemania

41.691

1150

Gran Bretaña

40.015

1269

Holanda

38.700

1273

Italia

24.116

770

España

20.438

570

Grecia

17.859

668

Portugal

14.715

437

Tabla 1. El sur de Europa en números rojos.

Fuente: Eurostat (2006)

La pregunta que deberían hacerse los jefes de Estado de Portugal, España, Italia y Grecia es esta: ¿Qué es lo que tienen en común estos cuatro países, qué les distingue y qué es lo que pueden ofrecer al resto y que el resto de países (con algunas excepciones) de la región europea no tienen? Playas cálidas y sol. No es necesario elevar a estas dos preciadas riquezas a la categoría de Patrimonio de la Humanidad para saber de su importancia. Nadie pone en duda lo imprescindible de la luz y el calor solar en la vida, la necesidad del astro rey y fotodependencia para el desarrollo de muchos organismos como en el caso de la de las plantas. Además, la energía solar es una de las energías renovables más utilizada en el planeta y siempre se baraja como candidata para sustituir a los combustibles fósiles en el futuro. En lo relativo al hombre, se ha demostrado que las radiaciones solares favorecen la producción de la vitamina D y pueden afectar directamente a nuestro estado de ánimo. Los datos revelan que el número de depresiones es mayor en las zonas demasiado lluviosas y nubladas respecto a otras en las que predomina el sol. En cuanto a las playas, durante mis dos años de estancia en Estrasburgo no ha habido otra cosa que haya añorado tanto como el olor a salitre, el sosiego causado por el sonido de las olas o la belleza de una puesta de sol en el mar. Quizás debido a ello y a mi descendencia marítima (mi padre es vigués y mi madre valenciana) que he procurado mis dos prácticas de verano en ciudades costeras, Bahía Blanca y Lisboa. Lugares en los que, además de comprobar que tenemos un mismo carácter comunitario y una cultura mucho más común, me he sentido más cercano, querido e identificado con el pueblo argentino (sudamericano en general) o portugués que con los nórdicos.

Existen muchos países en los que se utilizan distintos precios para residentes y extranjeros, lo cual me parece entendible y razonable si se trata de ponderar la balanza hacia un equilibrio justo. Algunos ejemplos podrían ser los vuelos internos argentinos, la entrada a parques nacionales vietnamitas o restaurantes egipcios. Hay otros lugares en los que se saca provecho de sus reservas naturales y de una climatología medioambiental positiva a través de un turismo ecológico. En Islandia viven en uno de los entornos más saludables posibles, hasta el punto de asegurar que respiran el aire más puro del mundo y de venderlo a diez euros el bote. Por lo tanto, no sería tan descabellado pensar en una alianza entre los cuatro países del EuroSur para cobrar una tasa extraordinaria y efectiva a los países del EuroNorte por permanecer en nuestras playas, siempre destinadas a solventar la crisis. No se trataría de privatizar las playas ni de cobrar peaje por entrar en ellas (algo que ya se ha empezado a hacer en algunos países), pues son de dominio y uso público y está prohibido por la ley; sino de ejercer una política de proteccionismo siendo nosotros mismos los productos: Empezar a imponer y aplicar unas tasas a los países europeos más ricos en los servicios de hostelería o tiendas de la zona, lo suficientemente rentables para dar ganancias al Estado sin perjudicar ni reducir los números del turismo. No creo que a alguien le importe pagar tres euros en vez de dos por una cerveza bajo un clima mediterráneo cuando está acostumbrado a pagar cinco euros para beberla bajo un cielo nublado. Todo el mundo es consciente del número de visitas al sur de Europa y de las colonias veraniegas alemanas en Mallorca e inglesas en el Algarve.

Temperatura media anual (ºC)

Media de horas de luz solar por día

Media anual de días con lluvia

Noruega

6,7

4,5

165

Alemania

7,8

4,8

113

Gran Bretaña

10,5

4,1

160

Holanda

10

4,6

152

Italia

15,0

6,6

85

España

13,9

7,8

63

Grecia

17,8

7,6

87

Portugal

16,7

8,3

107

Tabla 2. El sur de Europa en números rojos.

Fuente: www.weatherreports.com

El progreso no tiene un camino marcado y quienes se atreven a dibujarlo lo hacen desde un punto de vista de procura de comodidad y lujo para el individuo, sin hablar del precio que hay que pagar por ello. Sin un rumbo fijo y a un ritmo descontrolado, corremos el riesgo de perdernos navegando deprisa a la deriva y olvidarnos de donde queda el límite entre el vivir para trabajar y el trabajar para vivir. La calidad de vida descrita por pura estadística (como el IDH) que se utiliza para medir el crecimiento económico y desarrollo de un país, debería tener en cuenta otros aspectos no cuantificables, factores más sentimentales, espirituales y emotivos que se escapan de toda explicación científica. Mientras Moddy’s le pone precio a la cabeza de algunas naciones y las califica como basura, nadie prueba a hacer lo propio de lo realmente importante en un país: el valor intrínseco de sus tierras, de su cultura y de su gente. El dinero, fruto virtual de la creación humana, ha ido cambiando de manos rápida y continuamente a lo largo de la historia. Pero el sol y el mar, riquezas eternas de la naturaleza, siempre nos han pertenecido, y eso es algo que nadie nos lo podrá arrebatar jamás.

Recorte con tijeras de la UES (Unión del EuroSur).