Historia de Dos Caminos

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Don't try to guide that aims to choose for themselves their own way.

William Shakespeare.

Sucede que lo que parecía destinado a ser interminable está rozando su fin. Vagando durante años por rutas infinitas, el sendero se bifurca y, como en tantas ocasiones, habrá que decidirse llegado el momento.

El problema es la solución: escoger la ruta adecuada. Tan sólo hay dos opciones, dos salidas con finales diferentes. El primer camino es gris, y no te pondrá más dificultades que seguir indicaciones a cualquier parte. El segundo es rojo, y puede significar una condena. El primero es llano como el mar y no supondrá más esfuerzo que dar un paso al frente. El segundo es una incógnita de piedras afiladas y tendrás que sufrir para derribarla. Caminarás sin descanso y te arrepentirás por creer que te has equivocado de dirección. No sabrás por qué lo hiciste. No importarán los días que pasen sin ser recompensado. Después de la confusión llegarán los gritos desesperados, pero tú seguirás de pie, impasible, convencido de que algo va a ocurrir.

En el camino gris no llueven las expectativas, la resignación estará de brazos cruzados frente al inconformismo. En el rojo, correrán junto a ti las dudas de todo lo que estés haciendo. En el gris verás el éxito a través de una vitrina. En el rojo estarás al otro lado del cristal. En el gris anclarás tus pies en el fango de la apatía. En el rojo te regalarán alas para volar. Uno te conduce por un atajo de mentiras para hacerte creer que eres feliz. El otro implica atravesar una tormenta de hielo para alcanzar el cielo y poder tocar la verdad con tus manos. Uno te lleva a la vida que te ha tocado llevar cargada a la espalda. El otro a la que siempre has querido vivir.

Resulta que lo que parecía demasiado lejano está a punto de llegar. El camino se bifurca y dentro de muy poco habrá que elegir la opción correcta. Marca los límites. No te confundas ni por un instante. Medítalo con una mente despierta pero déjate guiar por un alma desnuda.